11 de junio de 2024

Ley Bases: números ajustados en el Senado con final cada vez más abierto

En las últimas horas también creció la posibilidad de un empate aunque el Gobierno cree que puede quebrarlo con el voto doble de quien presida la sesión. La estrategia a dos puntas en el Senado y en Diputados. Y el dictamen alternativo de Lousteau, el comunicado de los gobernadores de JxC y el juego del peronismo con los aliados díscolos. Por Miguel Jorquera

La moneda está en el aire. Ni el oficialismo y sus aliados tienen los votos garantizados para aprobar la versión reducida de ley Bases y su paquete fiscal en el Senado, ni Unión por la Patria alcanzaría a sumar aliados para rechazar los dos proyectos.

La versión más optimista entre los negociadores libertarios, que indicaba que tenían las manos suficientes para la aprobación en general pero ponía en duda la suerte que podrían correr algunos artículos, se fue diluyendo con los escándalos y las denuncias sobre corrupción y las últimas declaraciones de Javier Milei que dijo amar su condición de topo para “destruir el Estado desde adentro”. El propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió públicamente que pese a su optimismo no tenía certeza sobre la votación en la Cámara alta. 

 

En ese contexto, los diez gobernadores de lo que fue Juntos por el Cambio salieron ayer en auxilio del Gobierno con un documento de “apoyo contundente a la ratificación y sanción" de las leyes y en busca de alinear a su propia tropa, torcerle el brazo a los díscolos y brindarle un triunfo parlamentario a la Rosada. Una estrategia que quedó opacada cuando desde el propio radicalismo aseguraron que el documento era falso.

 

En tanto, desde el Ejecutivo se trazaron la estrategia a dos puntas. Por un lado, se esfuerzan en conseguir los votos, reducir los cambios y que ninguno consiga los dos tercios bajo la amenaza de retirar las leyes del Congreso. Y en paralelo trabaja en Diputados para que ratifiquen la media sanción y deseche las modificaciones que negociaron con senadores y gobernadores.

Números ajustados

Con números muy finos, la posibilidad de que haya un empate comenzó a levantar vuelo. Ante ese hipotético caso, LLA cuenta con una ventaja: con Milei de viaje rumbo al G7 en la noche del miércoles y la vicepresidenta Victoria Villarruel a cargo del Ejecutivo, el libertario puntano Bartolomé Abdala presidirá la sesión como presidente provisional del cuerpo legislativo y tendrá la opción de un voto doble para desempatar a favor del Gobierno. Aún así con la aceptación de los cambios al texto que llegó desde Diputados, la palabra final volverá a ser de la Cámara baja: si acepta las modificaciones o insiste en su texto original de media sanción.

En ese contexto, la preocupación del oficialismo pasaría a la votación en particular. Allí hay varios puntos en los que el reparto de voluntades está muy ajustado: desde las facultades delegadas al Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), pasando por privatizaciones --donde las de Aerolíneas Argentinas y el Correo son las más resistidas-- y la restitución de Ganancias, entre otros.

El dictamen de Lousteau

El oficialismo también tiene la mira en el dictamen que presentó Martín Lousteau, que no contempla las facultades delegadas y tiene muchos cambios del proyecto original. Y aunque consideran que la propuesta no prosperará, LLA teme que, en cambio, pueda cosechar voluntades para hacer trastabillar algunos artículos. Especialmente, si UxP se pliega con el objetivo de intentar alcanzar dos tercios de los votos (48 senadores) y de esa manera bloquear que Diputados insista con la media sanción porque oficialismo y aliados no podrían conseguir esa mayoría especial en la Cámara baja.

 

De todas maneras, no toda UxP confía en esa estrategia legislativa. Algunos opinan que si es difícil conseguir 37 votos para el rechazo de las leyes (tiene 33 senadores propios), más complejo será alcanzar dos tercios para respaldar algunos artículos con modificaciones. Igual, habrá que ver cómo se desarrolla el debate y se acomodan las fuerzas en el recinto.

Ante la amenaza que representa la jugada de Lousteau para el Gobierno, los gobernadores radicales salieron a cruzarlo. Desempolvaron el logo de JxC y lograron reunir a los mandatarios elegidos bajo el sello de alianza macrista para emitir un documento alineado con la Casa Rosada (ver aparte). El texto no sólo le apunta a Lousteau, sino que también es una advertencia para el senador y presidente de la UCR bonaerense, Maximiliano Abad, quien siguió los pasos del titular de la UCR en contra del mega DNU. 

 

Otro frente para los libertarios son los senadores santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, que no responden incondicionalmente a Claudio Vidal. Junto a Abad, son los tres senadores que pondrían en peligro la mayoría que la Rosada confiaba conseguir. Y se sumó a la lista la neuquina Lucila Crexell, despechada porque el gobernador Rolando Figueroa clausuró la negociación personal para su designación como embajadora de Unesco en París a cambio de su voto favorable.

El debate

En la reunión de Labor Parlamentaria que Villarruel convocó ayer por adelantado, se acordaron las reglas del debate que arrancará el miércoles a las 10 de la mañana, con números de oradores y tiempos para cada bloque. UxP logró imponer –con respaldo de otras bancadas— que la discusión de Bases y paquete fiscal se hagan por separado.

Lo que abriría la posibilidad de pasar a un cuarto intermedio si el debate de las primera de las leyes se extiende, aunque esa posibilidad no fue contemplada en el acuerdo de Labor dependerá de los que suceda en el recinto. Mientras, crece la presión de algunos sectores dialoguistas de postergar el debate del paquete fiscal hasta que el Gobierno garantice que respetará en Diputados las modificaciones que el Senado introdujo al proyecto.


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