Sin final feliz
David frente a Goliat. Malvinas sabía que iba a un campo de batalla muy difícil, pero a sabiendas que el triunfo en Federal era para aguantar una diferencia corta, pero ventaja al fin.
Y en los primeros minutos, un Pablo Lagos eléctrico logró ese fin. Le ganó al lateral izquierdo, desbordó, hizo equilibrio sobre la línea, pero sin ángulo remató tan fuerte que su tiro fue a parar cerca del lateral.
Malvinas comenzaba mejor. De córner, Lolo Leiva de media vuelta la tiraba desviada tras la segunda pelota. El albiceleste quería mantener la ventaja lejos de Mono Rodríguez.
Pero el local comenzó a crecer. Canario se la bajó a Telechea y este hacía intervenir por primera vez al uno federalense.
Comenzaron la danza de pelotas quietas para Urdinarrain. Que comenzó a ponerlas todas en el área para sus grandotes, y el arquero Rodríguez con los puños, y otras los defensores desactivaban los objetivos.
Alfredo Fernández comenzaba a desbordar por izquierda y a tener chances por ese lugar, donde no daba abasto Malvinas con su gente para marcar. Desde allí comenzaba a preocupar el local.
Pero recién a los 36, cuando parecía que los de Campo de Mayo habían neutralizado el juego ofensivo del local que llegó lo peor. David Telechea le ganó la espalda al lateral izquierdo, encaró al central, se metió al medio y de zurda decretó el primero. Sí, golazo.
Hasta allí, Malvinas definía el pase a la final a través de los penales, pudo aguantar los últimos minutos y se fue al descanso.
En el ST llegaría lo peor para el equipo federalense. El árbitro Silguero ganaría en protagonismo, un deslizamiento de Iván Rivero, una infracción normal sobre la línea derecha del ataque azul y el pito que mostró la roja directa para el jugador federalense. Excesiva decisión que condicionó.
De esa pelota que ejecutó el local, ingresaría por el primer palo Kevin Miró para estampar el primero. Toda la gente de Malvinas protestó que el central la metió con la mano, el línea hizo un leve movimiento con su banderín que fue acallado por el cuarto árbitro, pero pese a las protestas era el 2 a 0.
Desde allí el partido ya no fue tal y terminó desvirtuándose. Para colmo, tras una mal ejecución de un tiro libre, David Telechea que salió un paso adelantado de la segunda mitad de la cancha quedó mano a mano, tocó para el ingreso de Pablo González que sólo tuvo que definir para el 3 a 0. Esto ya era goleada.
Quedaría tiempo para que Malvinas sea todo un desconcierto con 10 hombres, comiencen los reproches, las molestias y todo se desmadró para el equipo albiceleste. David Telechea a los 33 y a los 39 sellaba el 5 a 0 para imprimir un resultado demasiado abultado y excesivo para el local, pero que a pura eficacia hacía sentir en cada ataque.
Se terminó la ilusión para Malvinas, donde por segunda vez en dos años vuelve a tocar la puerta grande del balompié provincial accediendo a semifinales, esta vez a 45 minutos de la gloria. Sin final feliz…