El partido en sí fue bastante parecido al desarrollo que tuvo el 0-3 con los británicos. Argentina hizo el gasto, tuvo la pelota, pero cometió "pecados de juventud", exceso de individualismo y fallos en el último pase. Corea atacó dos veces en el primer tiempo y marcó dos goles, a través de Lee Seungwoo, en una contra y de un penal de Paik Seungho, que es de La Masía del Barcelona.

En el segundo tiempo, Argentina fue puro entusiasmo y algo de fútbol para descontar rápido, a través de Marcelo Torres, delantero de Boca. Luego, el trámite fue todo para la albiceleste, que intentó por todos lados, pero no consiguió como dar bien el último pase y así se fue extinguiendo en intentos y aproximaciones, pero jamás cristalizó en el área coreana sus buenas intenciones. 

El elenco de Claudio Úbeda quedó muy complicado de avanzar en el Mundial, ya que ahora deberá golear al elenco africano (hoy se sabrá cuantos goles necesita) y esperar resultados para entrar como uno de los mejores terceros.