Era septiembre de 2003. Néstor Kirchner llevaba cuatro meses como presidente. Moreno se desempeñaba como secretario de Comunicaciones en la órbita del Ministerio de Planificación, que comandaba Julio De Vido. Tenía su despacho en el edificio donde ahora está emplazado el Centro Cultural Kirchner.

Allí lo fue a ver Aranguren al funcionario, por gestión de un conocido de ambos, que había sido compañero de estudios de Moreno y trabajaba en Shell.

"No hagan Enarsa"

A modo de "testigo de cargo", como dijo metafóricamente Cúneo en el programa de este jueves, Moreno refirió que en ese encuentro Aranguren le planteó: "En vez de crear Enarsa, compren Shell Argentina, se las ofrecemos por 800 millones de dólares".

Era cuando el gobierno, ante el hecho de no tener una empresa petrolera de bandera -YPF había sido privatizada casi totalmente durante la gestión de Carlos Menem, en los años ‘90- evaluaba la conformación de la empresa Energía Argentina S.A. (Enarsa).

La propuesta no fue tomada en cuenta por el gobierno de entonces. En cuanto a lo revelado días atrás por la investigación de "1+1=3", de la idea de que YPF compre Shell, Moreno aportó que "en este caso la cifra sería mayor, 900 millones de dólares, lo cual es llamativo porque los activos que tiene para vender son una destilería bastante obsoleta y unas cuantas estaciones de servicio; no está vendiendo yacimientos, porque en realidad no los tiene".

Agregó que "en ese momento Shell tenía que poner en orden algunos aspectos ambientales; no sé si lo hizo".

Asimismo, coincidió con Cúneo en que, dado que Aranguren aún es accionista de Shell, su incidencia como ministro en la eventual compra por parte de YPF hace que "esté de los dos lados del mostrador", más allá de que para la Oficina Anticorrupción (OA) no haya incompatibilidad alguna. "Me parece que Aranguren por esto puede terminar preso", disparó también Moreno.