Desde temprano se conocen en el mundo los índices de la educación mundial y se estableció el ránking. Esa prueba, llamada PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), es de las más prestigiosas a nivel global y permite comparar la situación argentina en relación a todo el planeta.

En esta edición, la Argentina fue excluida del examen. La decisión la tomó el organismo que la lleva adelante, La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). ¿El motivo? Consideró "insuficiente" la muestra tomada a 7500 alumnos en todo el país. Los chicos, de 15 años, son consultados acerca de sus conocimientos en ciencia, comprensión lectora y matemática.

Desde que se publicó el primer informe en el 2000, la Argentina sólo había estado ausente en 2003 pero por decisión propia. Además, desde el 2006, el país viene perdiendo terreno en este campo. El OCDE tiene muchos cuestionamientos técnicos sobre la metodología empleada.En concreto: creen que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner alteró los resultados para que el país tenga un mejor ránking.

Ya estalló el escándalo y, mientras se espera la palabra oficial del gobierno de Mauricio Macri, a través de su ministro de Educación, Esteban Bullrich, quién se pronunció al respecto fue Alberto Sileoni, titular de la cartera al momento de la evaluación, entre el 31 de agosto y 4 de septiembre de 2015.

Lo que hizo saltar la sospecha fue una "sorprendente" suba de Argentina, que en 2012 había terminado 59° entre las 65 naciones que se sometieron a la prueba, con grandes deficiencias en los adolescentes para realizar cuentas matemáticas básicas y comprender textos. Ante semejante avance, la OCDE investigó especialmente y se anotició que Argentina había omitido escuelas que, históricamente, fueron parte del test.

En principio se pensó incluir a la Argentina en el ranking con una aclaración especial, pero terminó ganando la decisión que impulsaron, principalmente, los científicos, que aseguraron que, antes ese hehco, era imposible hacer una comparación "correcta" entre 2012 y 2015.

Al respecto, Sileoni aseguró: "No hubo manipulación de datos" y justificó alegando que "Hubo escuelas que no existen más", ya que se fusionaron entre sí en los últimos años. "Mandamos menos escuelas [que en 2012] porque hubo escuelas que ya no existen más. Esa es la explicación", manifestó en declaraciones a Vorterix. "Aquellas escuelas que faltan no son una merma selectiva. Hubo una merma de estudiantes, pero de ningún modo hubo sospecha de manipulación", aclaró.

Por otro lado, Sileoni aseguró que "los resultados iban a ser levemente superiores a resultados anteriores". Por otro lado, Sileoni cuestionó los resultados de la Ciudad de Buenos Aires, que se ubicó en el puesto 38, por encima de los países de América latina, liderados por Chile (44): "A la ciudad de Buenos Aires le han ido mejor como no hay antecedentes en la historia de PISA. Cuesta justificar esos estándares cuando la semana pasada tuvo otra prueba internacional donde salió última", apuntó.

Marcado descenso argentino
En su primer test, en 2000, la Argentina lideraba los países de América latina y se ubicada 37 en el ranking global. En 2003, mientras el país se reponía de la crisis económica y social iniciada a fines de 2001, la decisión política fue no confrontar los saberes educativos de sus adolescentes con los del resto del mundo. En 2006, el país regresó al sistema evaluatorio de la OCDE y quedó 53° en la tabla general y 6°, en América latina. En 2009, la situación empeoró: bajó al puesto 58 en el listado global y 7°, regional. En 2012, la situación fue casi similar a la de tres años atrás: 59 en el ranking internacional y 6° en América latina.

En la región son nueve los países que participan de las pruebas PISA: Chile lídera el continente, al ubicarse 44°. Segundo quedó Uruguay (47), Costa Rica (55), tercero; Colombia(57), cuarto; México (58), quinto; Brasil (63), sexto; Perú (64), séptimo, y República Dominicana (70), octavo.

Singapur, el líder indiscutido
Sobre 70 estados que se evaluaron, Singapur confirmó su liderazgo y mejoró siete puntos su calificación en relación con 2012. Japón, marcha segundo en la tabla y creció tres puntos. Estonia, tercero, subió dos puntos. China Taipei, cuarto, sin variaciones entre 2012 y 2015. Finlandia, país ejemplo en educación, salió quinto, pero perdió 11 puntos en relación con la evaluación anterior. El top ten lo completan Macao (China), Canadá, Vietnam, Hong Kong y P-S-J-G (China).