El interventor del Renatea, Beltrán Benedit, busca legitimar la salida forzada de los trabajadores del organismo en la provincia mediante la intervención de la secretaría de Trabajo.

La estrategia del gobierno de Macri es obligar a los empleados a firmar bajo presión un acuerdo de “desvinculación voluntaria”, ya que si no lo hacen no cobrarán sus sueldos y seguirán sin funciones en la institución.

En ese proceso, Benedit pretende que Trabajo homologue los despidos encubiertos, pero el organismo provincial no lo hará “ya que no está en entre sus competencias por la jurisdicción”, explicó a esta Agencia Balla, quien aclaró que lo que se firmaría es un acuerdo.

La audiencia en la que los trabajadores serán formalmente desvinculados será este 29, a las 11, en Trabajo.

Desmantelamiento del Renatea

Desde que asumió Macri (quien representa a los sectores más concentrados de la economía en el país) se inició “un vaciamiento paulatino” y se suspendieron las órdenes de trabajo en el organismo, lo que implicó el cese de inspecciones laborales y la suspensión de capacitaciones y programas, que atenta contra la regulación y control de las relaciones laborales en el campo.

Esa decisión política del gobierno de derecha fue fortificada por el fallo del 22 de febrero que ordenó la restitución del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), que no fue apelado por el Ejecutivo, que definió “no luchar por sostener una mayor incidencia en el control de las relaciones laborales en el campo y cedió la potestad a un organismo en el que los empleadores tomarán las decisiones”, según el documento público de los trabajadores.