Cambiemos fue el nombre que recibió la alianza política entre el PRO de Mauricio Macri y la Unión Cívica Radical para las pasadas elecciones y que logró la victoria a nivel nacional. 

Pero esa coalición tardó pocos días en demostrar signos de desgaste y hasta de ruptura en los diferentes niveles. 

Desde el PRO están convencidos de que el radicalismo quería usarlos para quedarse con gobernaciones, municipios y legislaturas, pero previendo que Daniel Scioli ganara las elecciones, con lo que la UCR quedaría con una gran estructura a nivel nacional, contra un debilitado PRO. 

Pero el ballotage erigió ganador a Mauricio Macri y en el seno de su sector piensan que la estrategia que la UCR había pensado en el cónclave en Gualeguaychú quedó trunca. 

Por eso el presidente cuando asumió no tuvo en cuenta para los cargos relevantes nacionales a los representantes radicales, sino que confió en sus allegados. 

Esas señales de hostilidad desde el PRO hacia la UCR se replicaron en todo el país y la capital provincial no fue la excepción, ya que la viceintendenta Josefina Etienot y el intendente Sergio Varisco rápidamente rompieron la relación política entre ambos. 

Esto se evidenció en el Concejo Deliberante, con la mala relación entre la presidenta y los ediles del PRO y en una conferencia de prensa que dio el intendente en el recinto del HCD para lanzar el programa de separación de residuos. 

A pesar de ser la anfitriona y argumentando motivos de agenda, la viceintendenta del PRO se retiró de la conferencia apenas llegó el intendente en lo que hubiera sido una buena oportunidad para desmentir las versiones de ruptura entre ambos pero la retirada de Etienot puso en evidencia lo que era un secreto a voces en los pasillos del municipio paranaense.

El radicalismo antes ya había sufrido una mala jugada de parte del PRO cuando estaba todo dado para que Humberto Varisco fuera designado al frente del PAMI en la provincia pero el cargo quedó en manos de Julio Barci. 

Según comentan, esa movida fue una jugada política del PRO para quitarle espacio al sector del intendente, teniendo en cuenta que el año que viene son las elecciones legislativas y más adelante las generales, en las que probablemente la alianza Cambiemos no compita unida.

Sergio Varisco fue la principal tracción en las pasadas elecciones, lo que le valió a Macri la victoria en la ciudad de Paraná y su figura tuvo mucho que ver también con el resultado que Cambiemos obtuvo a nivel provincial.

A pesar de eso, la política de choque desde el macrismo hacia la UCR explotó contra Varisco en un acto en el Marán organizado por el PRO en el que Rogelio Frigerio anunció la entrega de aportes para los clubes de la provincia que sufrieron las consecuencias de las inundaciones. 

En esa oportunidad, el ministro del Interior presidió el acto acompañado por el gobernador Gustavo Bordet, el vice, Adán Bahl, el secretario de Deportes de la Nación, Carlos Mac Allister, y el de la provincia, José Gómez.

Cuando Varisco quiso subir al palco para ocupar el lugar que por protocolo le hubiera correspondido en carácter de intendente anfitrión, los organizadores, que respondían a la nación, no se lo permitieron. 

Esa desconsideración de la envestidura por parte de la organización del PRO sorprendió al intendente, quien muy molesto fue a ubicarse entre el resto de los dirigentes y funcionarios que asistieron al acto. 

Pero la cosa no quedó ahí, ya que la intención de Varisco era obsequiarle a Mac Allister el libro que homenajea a su padre, Don Humberto. Pero cuando el ex futbolista quiso acercarse al intendente para recibir el regalo, éste no se lo quiso dar, muy dolido por el ninguneo del que había sido víctima por parte del PRO.

El hecho pasó inobservado a muchos, pero fue un mensaje claro del PRO hacia los dirigentes de la UCR y fue una señal evidente de la ruptura entre ambos partidos. 

Las respuestas del radicalismo llegaron de parte del senador provincial Raymundo Kisser, quien en una entrevista en este Portal acusó que “a los dirigentes del PRO les falta cintura política”. 

Además, el legislador ya declaró la guerra al afirmar que trabajará para que la UCR tenga un candidato a gobernador en 2019, para competir “seguramente contra el PRO”, y no descartó lanzar su candidatura contra Rogelio Frigerio.

“En alguna medida parece que el PRO deja de lado a la UCR, lo noto, pero trato de disimularlo”, dijo Kisser y agregó que al interior de la alianza “hacemos un esfuerzo permanente para hablar entre nosotros”.

El senador pidió a Cambiemos mayor apertura y sentenció “seguramente el PRO no estaría sin la UCR”.

Con mucho camino por transitar en la actual gestión, el enfrentamiento entre los aliados PRO y UCR ya explotó y promete muchos rounds hasta las elecciones de 2017 y 2019.

Fuente : Portal Ricardo avid