De acuerdo con un análisis preliminar oficial, más de 130.000 casas resultaron afectadas. En tanto, testigos del terremoto afirmaron que varias viviendas en la zona se derrumbaron y otras sufrieron daños de diversa consideración. El sismo se produjo alrededor de las 21.20 a una profundidad de 10 kilómetros y el epicentro se situó a 39 kilómetros del condado de Jiuzhaigou, un popular destino turístico en el país por su parque natural, formado por un conjunto de valles conocidos por sus cascadas y sus lagos de aguas turquesa.

Un centenar de turistas quedaron atrapados en esa reserva, visitada diariamente por miles de personas. En los 20 kilómetros a la redonda del epicentro, un área montañosa donde los daños han sido más severos, la población es de unos 21.000 habitantes y está dispersa en pequeñas aldeas.

El temblor se notó en la capital provincial, Chengdu (a casi 300 kilómetros), y hasta en la ciudad de Xian. Según los medios oficiales, se registraron más de un centenar de réplicas.

Desesperación

Los videos publicados en las redes sociales por algunos de los residentes en Juizhaigou mostraron a los vecinos huyendo despavoridos de sus casas al notar el temblor, en tanto que otras imágenes revelaron grietas en las viviendas y rocas en las calles, pero no se observaron edificios derrumbados.

Antecedentes frescos

La provincia sudoccidental china de Sichuan es propensa a los sismos. El lugar en el que se ha sentido ayer el terremoto está cerca del afectado en 2008 por un movimiento de magnitud 8,0 y que dejó 65.000 muertos y miles de desaparecidos.

Esta misma región también se ha visto afectada por un desilzamiento de tierras. Como consecuencia de ello, la aldea de Gengdi, en una zona habitada principalmente por la minoría étnica de los yi, quedó enterrada, según las autoridades locales.

El deslizamiento se produjo debido a las fuertes lluvias que cayeron en la zona durante los últimos días. El pasado 24 de junio, en la misma provincia de Sichuan otro deslizamiento de tierra y rocas en la localidad de Xinmo causó cerca de un centenar de muertos y desaparecidos.