El breve período de Scaramucci en el cargo estuvo marcado por polémicas declaraciones y una agresiva guerra contra las filtraciones de información.

"Anthony Scaramucci abandonará su papel como director de comunicación de la Casa Blanca. Scaramucci cree que lo mejor es darle la oportunidad al nuevo jefe de gabinete de empezar de nuevo y construir su propio equipo. Le deseamos lo mejor”, informó este lunes en un comunicado la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

Según el diario The New York Times, que cita a tres personas cercanas a los hechos como fuentes, el presidente Trump decidió prescindir de Scaramucci a partir de un consejo de John Kelly, que asumió su cargo como nuevo jefe de gabinete.

Kelly considera que Scaramucci no era lo suficientemente disciplinado y había perdido credibilidad, según apuntó la cadena de televisión CNN.

El canal ABC News, en cambio, informó que fue Scaramucci quien ofreció su renuncia. 

Cuando el 21 de julio Trump designó a Scaramucci -un ejecutivo de Wall Street con un carácter arrollador pero sin experiencia en estrategias de comunicación- el que se fue de la administración fue el hasta entonces vocero de la sede gubernamental, Sean Spicer.

A Scaramucci algunos medios le atribuían, también, la decisión de Trump de nombrar, el pasado viernes, como jefe de Gabinete a Kelly en lugar de Reince Priebus, un veterano de la conducción del Partido Republicano (RNC) fuertemente enemistado con el hasta ahora director de comunicación.

Scaramucci no ocultó nunca su enemistad con Priebus, que se remontaba a la campaña electoral, y la semana pasada salió a la luz una serie de agresivos insultos que había dirigido contra él y contra el estratega jefe de Trump, Steve Bannon, durante una llamada telefónica con un periodista.